domingo, 8 de abril de 2012

Reproducimos el comunicado de los docentes del Programa Puentes Escolares. No al cierre de grados y al recorte de este fundamental programa!

El gobierno porteño les corta los Puentes Escolares a cien chicos y chicas

Por Docentes de Puentes Escolares de Chacarita

Somos docentes de Puentes Escolares, un programa del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad que, desde hace diez años, trabaja en seis centros con chicos y chicas en situación de calle. Nuestra labor consiste en revincular a esta población con la escuela brindando una alternativa educativa que la aloje en sus distintas dimensiones, para lo que previamente hay que construir un deseo de aprender, un proyecto que abra puentes hacia procesos de escolarización formal o no formal. Muchos de los chicos y chicas con quienes trabajamos viven en ranchadas, otros vuelven a sus casas en la noche, algunos van a la escuela muy de vez de vez, otros paran en los pasillos de las villas, pero todos se pasan la mayor parte del día en la calle: cartoneando, pidiendo o simplemente deambulando sin contar con la contención de ningún adulto.

En los centros de Puentes Escolares son recibidos por un equipo multidisciplinario de docentes, trabajadores sociales, psicólogos y talleristas con experiencia de años de trabajo. En el caso del centro que funciona en Chacarita, a los chicos los espera su cuaderno, una clase tan escolar como la que no pudieron tener en la escuela, un profesor de educación física con quien hacer deporte y una profesora de plástica con la que realizan maravillosas producciones. Además cuentan con un equipo técnico con quienes conversan sobre sus vidas, sus intenciones y sus deseos, que los acompañan al centro de salud o buscan la posibilidad de tramitarles un documento. La jornada se cierra cuando compartimos una merienda en la que conversamos, jugamos o escuchamos algún cuento.

Los inicios de Puentes Escolares trazan una brújula que impone y adhiere a una concepción de sujeto sostenida en el paradigma de atención integral de niños/as y jóvenes diferenciando y denunciando aquellos dispositivos destinados a perpetuar un modo de asistencia a la infancia ligado al encierro, al control y castigo. Nuestro objetivo es proponer una oferta educativa legítima para aquellos niños que por diversas situaciones no cuentan, o tienen vulnerado su derecho a la educación.

Es por esta razón que deseamos hacer público que el Gobierno de la Ciudad planea trasladar tres de estos centros, dejando sin alternativa educativa a alrededor de cien chicos de la calle. Nos enteramos de esta intención cuando el viernes 16 de febrero suspendieron las viandas sin previo aviso y al reclamarlas nos informan que los centros pasarían a paradores en otros barrios, en donde también son necesarios. A partir de allí todas fueron excusas más que explicaciones, “que los chicos vienen de provincia”, “que pueden merendar en otro lugar”, “que algunos están inscriptos en la escuela”, argumentos endebles porque olvidan la mirada pedagógica del programa y que ocultan la única verdad: necesitan tapar otras zonas calientes de la ciudad, pero sin agregar un peso más en educación.

Podemos soportar trabajar sin recursos (desde las tizas hasta el papel higiénico lo compramos nosotros) y con contratos precarios como lo venimos haciendo, pero no podemos permitir que se viole el único derecho que estos chicos y chicas (a los que ya se les vulneraron todos los derechos) están ejerciendo: el de educarse.

sábado, 15 de octubre de 2011

Compartimos el trabajo que presentamos en el Encuentro sobre Políticas Públicas de Niñez y Adolescencia en la Legislatura porteña del miércoles 12-10

Infancia en calle: nuestra concepción y propuesta de trabajo artesanal


Presentación

Perdidos en Retiro es el nombre de nuestro proyecto. Tenemos un merendero que funciona los sábados, al cual asiste gente de diversas edades que vive y/o trabaja en la calle en los alrededores de la estación Retiro. Además, preparamos un taller semanal en una casa popular que nos presta el espacio para realizar distintas actividades con las chicas de Retiro y sus hijos.

El trabajo con las distintas ranchadas durante casi tres años nos permitió acercarnos a la gente y entender sus problemas, reconociendo a la calle como el ámbito donde se desarrollan sus relaciones intersubjetivas.


Introducción: Infancia en calle

En lo que respecta al tema específico del panel, nos referiremos al concepto de infancia en la calle. Identificamos tres casos típicos:

1) Familias compuestas por padres muy jóvenes o adolescentes indocumentados, por lo cual no tienen acceso a ningún tipo de subsidio. Ellos, niños o casi niños, ya tienen sus propios hijos que, también indocumentados, carecen de inserción en la escolaridad y no son recibidos en ningún marco formal recreativo (como sería asistir a una colonia de vacaciones, instancia vedada para ellos por las trabas burocráticas impuestas por la actual administración para su admisión, por decir lo menos. En verdad, no se los tiene en cuenta desde el Estado como “niños verdaderos”: la propia instancia que debería buscar su inclusión, los expulsa).

2) Menores que no duermen en la calle pero que trabajan “haciendo monedas” en los trenes o la boletería; muchos de ellos asisten a la escuela por la mañana.

3) Chicos de entre 9 y 14 años que se escaparon de sus casas por situaciones de abusos y violencia y que terminan durmiendo en la calle. Son los que hacen monedas durante el día, consumen poxirán y muchas veces entran en la villa para consumir paco, aunque no viven ahí.

Desde este enfoque, adelantamos nuestra conclusión y propuesta: no hay soluciones universales para problemáticas que, si bien tienen puntos en común, presentan aspectos distintivos y singulares que requieren, a su vez, respuestas diseñadas para cada caso. Así, desde una definición general de infancia en calle como uno de los tipos específicos de infancia, que desafía las concepciones idealizadas de clase media de niñez y de familia, es preciso progresar hacia un reconocimiento de sus matices y particularidades, para dar respuestas eficaces desde renovados enfoques del Estado, que se debe proponer un trabajo fluido y flexible: un trabajo artesanal con subjetividades que han sido destrozadas y que necesitan de una gran tarea de reconstrucción, afectiva y contenedora, que debe encararse con un espíritu profunda y verdaderamente solidario.

Definiciones hegemónicas y la necesidad de repensarlas

Si bien podemos definir la infancia tomando aquellas concepciones ideales que proceden de la Constitución Nacional, de la Convención de los Derechos del Niño o de UNICEF, entendemos que la propia calle como ambiente donde crecen los chicos deconstruye el abordaje hegemónico que se sostiene de Infancia.

Las formas que adoptan los chicos para sobrevivir en un ámbito tan peligroso y violento, la internalización del proceso de itinerancia para encontrar un lugar donde dormir, comer y protegerse del frío; la desvinculación que tienen sus padres respecto de ellos y el consumo de drogas, nos permiten pensar en dos posibles respuestas: la primera, que estos chicos no sean infantes (posibilidad que claramente descartamos) o la segunda: que es necesario contemplar la especificidad de los chicos de la calle para acercarnos a una de las construcciones de infancia.

Los niños que andan solos y se han escapado de su casa carecen de cualquier espacio de contención: no tienen ni familia ni escuela, y las condiciones de los hogares y centro de menores generan que los pibes se escapen. El “no lugar” interviene fuertemente en su proceso de subjetivación, lo cual explica su violencia no sólo con los otros sino principalmente contra ellos mismos. Los modos subjetivantes propios de la calle son violentos. Para los niños que la habitan, la violencia es un modo de relación que aparece ante la impotencia instituyente del Estado y como consecuencia, de la destrozada institución “familia”. Se ha producido un corrimiento de los discursos de autoridad de las instituciones tradicionales, y el rol coercitivo del Estado pierde sentido cuando un niño ya duerme en la calle.

Es por esto que pensar cómo se construye la infancia en la calle exige repensar la concepción de familia. Y creemos que hablar de infancia en calle es hablar de familias disgregadas o inexistentes si se las intenta concebir desde los discursos hegemónicos.

Familia y ranchada

Muchas veces las exigencias que se hacen a los padres de los niños de la calle (por parte de los asistentes sociales, funcionarios, psicólogos, médicos, entre otros) responden a una concepción de familia y niñez de una clase social completamente distinta; lo cual no sólo implica la proyección de una conducta imposible de llevar a cabo por la gente de la calle sino que, además, esas mismas exigencias ni siquiera logran ser cumplidas por las familias de clases altas y medias, debido a que la propia concepción de familia como institución primera aparece en crisis también para estas clases sociales.

En este sentido, podemos decir que, hoy en día, la concepción de la familia cambió en toda la esfera de la sociedad civil, sin distinción de clase. No existe el problema de la infancia por sí solo, de manera desarticulada del entorno que la rodea. Por eso debemos repensar la idea misma de la familia, y así dejar de naturalizarla como un espacio inherente de contención para los chicos.

La ranchada es la forma en que, en muchos casos, se organizan los pibes de la calle, es la manera de pertenecer a un espacio con otros, de no estar solos. Es el medio por donde se forja la subjetividad, apropiándose o distinguiéndose del “otro” que también es parte. Es vista desde la concepción propia de la calle como una “familia”, con madres y padres “de calle”, con problemáticas y códigos propios. Sobreviven juntos compartiendo la comida, la droga o saliendo a “laburar” para conseguir plata.

Entender la ranchada como una nueva forma de familia es un desafío. La familia se construye, con sus propios códigos y valores, forjando tanto los lazos afectivos de protección interna como enemistades que pueden causar incidentes violentos. Entendemos que la problemática de la calle requiere involucrarse con el proceso de subjetividad de cada chico y de cada familia. Nosotros como organización social intentamos acompañar los distintos casos, con los pocos recursos que tenemos, comprendiendo la precariedad de las situaciones y la amplitud de las demandas que muchas veces no podemos satisfacer y que en última instancia, tampoco nos corresponde.

Crítica a las políticas públicas en relación con la infancia en calle

El Estado raras veces interviene para prevenir las situaciones de riesgo a las que se exponen las familias con niños o los niños solos en la calle. Pero aparece efectivamente para castigarlos y criminalizarlos. En los acompañamientos que hemos realizado en este tiempo, pudimos ver cómo los mismos dispositivos públicos, discriminan y excluyen a la gente de la calle. Asimismo, sabemos que la legislación que garantiza los derechos de los chicos existe pero que, sin embargo, no se cumple por falta de voluntad política.

Creemos que existen casos, por ejemplo, donde se debe trabajar la vinculación de la madre con el niño y que, en dichos casos, el Estado con sus recursos deberá intervenir para poder garantizar los derechos del chico y la familia, como alternativa previa a la institucionalización de los menores.

Propuestas para integrar (resignificando) la infancia en calle: el “trabajo artesanal”

El trabajo artesanal se basa en el contacto directo y personal con el chico/a, donde se debe generar un vínculo (necesariamente afectivo) que permita trabajar desde la confianza. Es construir con el otro, acompañando el proceso para lograr una verdadera transformación. No implica brindar soluciones predeterminadas, seguir “un camino” pre-existente, sino que se trata de encontrar con el otro las herramientas para comenzar a reconstruir sus subjetividad, a resignificarse.

Muchas veces se delegan estas obligaciones en las organizaciones sociales que no sólo no cuentan con los recursos para llevarlas a cabo sino que además se genera una red de tercerización de funciones, donde las ONG u organizaciones terminan haciendo lo que debería hacer el Estado.

Para las organizaciones sociales, esto es un trabajo político e ideológico que implica acompañar al niño y la familia una vez que el Estado visualiza la problemática de cierto caso particular. Dado que no existe un acompañamiento real por parte de los trabajadores sociales estatales, las organizaciones, lamentablemente, funcionamos como mediadores entre la gente y las exigencias institucionales.

Ir hacia políticas públicas flexibles

Al proponer una forma más artesanal del abordaje, no estamos apelando a la “buena voluntad” de cada uno de los trabajadores estatales/públicos, sino que reclamamos que se instalen políticas públicas concretas a modo de prevención de la situación de riesgo, y que en los casos donde esta situación ya existe, se perfeccionen cualitativamente los modos de intervención estatal de manera flexible y fluida, atendiendo caso por caso.

A modo de sólo sugerir posibles alternativas de políticas públicas diseñadas especialmente para la situación específica de gente de la calle, reclamamos por:

· Un plan de documentación específico para la gente de la calle

· La especialización de médicos y enfermeras sobre la problemática de la calle

· Que las escuelas contemplen la problemática a través del acompañamiento especial por parte de los docentes, vacantes y becas especiales

· La activación simultánea e interdisciplinaria de los distintos dispositivos que intervienen en un caso para evitar las políticas derivacionistas existentes

· Un censo serio y específico de gente que habita de alguna forma la calle

· La creación de centros del día y de noche, como “casas de refugio”

· Espacios de articulación entre las instituciones estatales y las organizaciones sociales

Conclusión

Mientras que el trabajo con los chicos de calle no tome en cuenta el contexto de la calle con todas sus especificidades y la desestructuración familiar en que se encuentran inmersos y siga empecinado en esperar conductas de una clase media idealizada, creemos que no habrá cambios significativos. Es necesario acercarse a los niños y a sus familias, y así destruir el anonimato estadístico.

Como organización social, apelamos a que el Estado se haga cargo de una vez de esta situación para que la misma deje de existir y así, nuestro actual rol pierda sentido.

martes, 11 de octubre de 2011

Participamos de este Encuentro sobre Políticas Públicas de Niñez y Adolescencia mañana en la Legislatura Porteña, ¡los esperamos!

ENCUENTRO SOBRE POLÍTICAS PUBLICAS DE NIÑEZ y ADOLESCENCIA

Miércoles 12 de octubre 11:30hs
En la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Bs. As.
Perú 160 C.A.B.A (Salón Perón)
Organiza: "Espacio No a la Baja
-CTA Nac, CTA Cap, CTA German Abdala Prov de Bs.As, Foro por los Derechos de la Niñez de la Prov. de Bs.As, Juventud Rebelde 20 de Diciembre, Corriente Julio Antonio Mella, Chicos del Sur, Agrupación Territorial Germán Abdala (CTA), Ruca Hueney, Espacio Niñez ATE Capital, La Trifulca, La Masa al sur, Espacio DDHH ATE Capital, Buenos Aires para Todos, Perdidos en Retiro, Unidad Popular (UP), ATE Prov de Bs.AS, Che Pibe, Jóvenes de Pie -
PROGRAMA:
· 11:30hs.- Inscripciones
· 12hs.- Apertura: Representantes del “ESPACIO NO A LA BAJA” y Dip. Laura García Tuñón (Buenos Aires Para Todos)
3 paneles de intercambio:
· 12:30hs.- Construcción de Infancias en la sociedad
- Dip. Diana Maffia (Coalición Cívica)
-Guillermo Volkind (Rector del Instituto Secundario El Taller)
- Perdidos en Retiro
- Alfredo Grande (Médico psiquiatra. Psicoanalista. Cooperativista. Docente Universitario. Escritor. Redactor de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo. Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Psiquiatría).
· 13:30hs.- Sistema de Protección Integral
- Dip. Carolina Stanley (PRO)
- Javier Frías (Foro por los Derechos de la Niñez de la Prov. de Bs. As,)
- Gonzalo Basile (Presidente Médicos del Mundo)
- Gustavo Moreno (Asesor tutelar ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario, CABA)
- Ana Chávez (Guardia Okupa SERPAJ)
· 14:30hs.- Jerarquización de los trabajadores de la Niñez para Jerarquizar las Políticas Públicas
- Dip. María Elena Naddeo (Fte. Progresista y Popular)
- Martha Linares (Pta. CECSO)
- Emiliano Bisaro (Espacio Niñez ATE Capital)
· 15:30hs.- CIERRE
- CTA NACIONAL
- FUBA
- NORA CORTIÑAS (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora)
Se entregarán certificados de asistencia
Adhesiones y/o inscripciones a espacionoalabaja@yahoo.com.ar

viernes, 2 de septiembre de 2011

Perdidos en Retiro se pronuncia contra el proyecto de ley "antiacampe" de Macri

Repudiamos y denunciamos. Repudiamos el proyecto de ley "antiacampe" que prepara el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por el cual se propone prohibir "los campamentos en espacios públicos, tanto de indigentes como piqueteros" y denunciamos la falsedad de los datos que se difunden para apoyar su aprobación en la legislatura porteña. Ya desde las palabras que se utilizan, podemos comprender la terrible perspectiva represiva y discriminatoria desde la que se piensa esta legislación. "Acampar" y "campamento" son eufemismos que buscan distanciarse y maquillar lo que, en verdad, son enormes tragedias personales, familiares y sociales causadas por la misma administración que después pide mano dura, por su desidia para ejecutar los presupuestos previstos para planes de vivienda, por su negligencia para implementar dispositivos que funcionen con perspectivas humanistas y de inclusión social. Por el desprecio con el que se considera a un otro, un distinto, en una desgraciada idea de que vale más el paisaje "pulcro" que el contacto humano. Por la incapacidad de pensar soluciones que apunten a aliviar el sufrimiento. "Indigentes", "piqueteros": más distancia, más frialdad. Son los otros, los que nos cortan a "nosotros" las calles, interrumpen nuestro recorrido, nos molestan.


El macrismo tergiversa y miente. En los medios se difunde que hay 1500 camas disponibles en los paradores porteños. Son números, otra vez, fríos, que no coinciden con la realidad, una realidad dura, que no es aséptica, que se saca de encima esas etiquetas que los funcionarios les quieren adherir. Se argumenta que "los sin techo" se niegan a ir a los paradores. Bien sabemos que, muy por el contrario, el servicio del 108 del BAP (Buenos Aires Presente) muchas veces no concurre donde se lo solicita. Los propios empleados del BAP piden disculpas ante lo que los abruma. Son trabajadores sociales, psicólogos, sociólogos, que están mal pagos, presos también de la frialdad, de políticas que ellos no diseñan. Políticas inhumanas. Gestiones con teléfonos que nadie contesta. Bien sabemos que los paradores no dan abasto y rechazan gente por falta de espacio. Bien sabemos que el propio gobierno que se queja de los "acampes" después desaloja a la gente de hoteles y pensiones e interrumpe subsidios habitacionales. Es una rueda perversa: ahora se disponen a echar a patadas de la

calle, en una lamentable reedición de la UCEP, a familias que ellos mismos antes desalojaron.


El estado porteño sólo aparece para castigar. Es inverosímil que el gobierno de la Ciudad sólo se haga visible para sancionar. ¿No se puede acaso prevenir que miles de adultos, adolescentes y niños duerman en la calle? ¿No se puede pensar una solución a largo plazo que realmente transforme la situación de la gente que no tiene un lugar digno para vivir? Para el macrismo, evidentemente, no se puede. Ahora bien, lo que sí se puede y sí se hace es criminalizar a quienes viven en la calle. De esta manera, se reproduce un círculo vicioso: el Estado expulsa a determinado sector de la sociedad, se hace política (de la inseguridad, tal vez) de esa expulsión, que el resto de la sociedad legitima. Y entonces se re-expulsa al ya expulsado.


La ausencia estatal se advierte demasiado tarde. Debe cuestionarse el rol de un Estado que se comporta así, cuando se supone que debe resguardar los derechos más básicos de esas familias, de esos niños y de esos adolescentes. Los buenos vecinos de la ciudad deben poder ver la ausencia estatal antes, cuando el Estado evita incorporar al mercado de trabajo a la gente que no lo tiene o cuando se discrimina en los hospitales públicos a los que no pudieron bañarse. Esta ausencia, en su forma más represiva, se nota recién cuando la gente "acampa" (simplemente duerme) dentro del cajero del banco o en la puerta de algún edificio. Ahí sí nos preguntamos dónde estará la policía que no previene semejantes hechos.


Puertas para adentro. El macrismo busca, una vez más, resolver un problema social (que lamentablemente para ellos, es evidente) con una supuestamente eficiente intervención estatal motivada por la enternecedora solidaridad de sus funcionarios. El Gobierno de la Ciudad quiere la pobreza puertas para adentro. No quieren repetir el error de que la UCEP tuviera funcionamiento irregular. Esta vez planean ser criminales sociales amparados por un marco legal.


No puede ser promulgada una norma que penaliza la pobreza y la libertad de expresión y protesta. A principios de este año, Macri vetó una ley para la protección de la gente en situación de calle. Esa ley se fundaba en el acercamiento, en la inclusión, en la generación de lazos, en la igualdad de oportunidades. Había sido debatida por las organizaciones sociales, por los legisladores, por especialistas. Ahora, nos encontramos con esta propuesta exactamente inversa. Confiamos en que una ley de estas características nunca será aprobada. Debemos como seres humanos y como sociedad ser capaces de concebir otras respuestas ante el dolor de nuestros conciudadanos, vecinos, compatriotas, hermanos de otros países. Respuestas que legislen sobre ese dolor pensando en que afecta o puede afectar a todos los hombres que habitan el suelo argentino. Les suena familiar esta terminología, ¿verdad? Así empieza la Constitución de nuestro país. A los que se jactan de ser republicanos, bien les convendría repasar estas palabras, y reflexionar mejor antes de pronunciarse; da vergüenza ajena tanta incoherencia.

viernes, 12 de agosto de 2011

Perdidos en Retiro y No Tan Distintas festejará el Día del Niño en el Gomero de Belgrano!



Con la gente amiga del Comedor de Barrancas, ese domingo pasaremos la tarde jugando y merendando allí con las familias de Retiro, ¡los esperamos!

Y les pedimos, una vez más, su colaboración para que este día sea una gran fiesta.
Necesitamos donaciones de lo siguiente:
* juguetes
* cacao, leche, galletitas, golosinas, jugo, gaseosas
* alfajores, facturas, bizcochuelos
* ropa y calzado de chicos
Gracias, como siempre, por su ayuda para que sigamos, todos juntos, adelante.

Aquí les dejamos un vínculo a una nota sobre este festejo solidario del Día del Niño: http://www.mibelgrano.com.ar/diadelnino2011b.htm

Teléfonos para coordinar la entrega de las donaciones: 154-414-6077 / 156-520-9012 / 155-349-1063

Retiro festeja el Día del Niño en el Gomero de Barrancas de Belgrano!